¿Conoces el agua micelar? Probablemente has escuchado hablar de ella miles de veces, y sabes que es muy buena, pero, quizá desconozcas exactamente para qué la puedes emplear. Es un tipo de agua desmaquillante que hoy en día se ha convertido en uno de los más eficaces que hay en el mercado de la Dermocosmética.
Agua micelar: ¿Qué es?
El agua micelar es una solución de apariencia acuosa que contiene unas moléculas llamadas micelas. Si andas un poco perdido, imagina una bolita con una capa exterior formada de agua (capa hidrofílica) y un núcleo interior de grasa (capa hidrofóbica). Cuando la capa hidrofílica exterior se abre, deja salir la capa hidrofóbica, es decir, esa partícula de grasa que de otra manera no podría ser trasportada.
Aunque no son muy conocidas, las micelas llevan mucho tiempo entre nosotros ya que forman parte de numerosos productos de limpieza e higiene como jabones, detergentes o geles y, ahora también, productos desmaquillantes que limpian nuestra piel con el mayor cuidado.
Cómo actúa el agua micelar
Estas micelas de las que os hablamos, cuando entran en contacto con la piel, se abren y dejan paso a las partículas grasas de su interior, que atraen las sustancias colorantes que se incluyen en el maquillaje, como la suciedad que se haya acumulado en el interior de nuestros poros.
El agua micelar es por lo tanto un excelente producto desmaquillante que elimina todos los restos del maquillaje rápidamente y sin dejar rastro de él, pero además cumple una importante función dermocosmética ya que sus efectos son completamente inocuos para nuestra piel.
El agua micelar, que inventó el farmacéutico Jean-Noël Thorel, no lleva demasiado tiempo en el mercado. Ahora mismo es tan conocida gracias a la multitud de campañas de publicidad que han hecho las grandes marcas de cosmética, conscientes de la gran eficacia con la que elimina el maquillaje. Pero, lo cierto, es que originariamente se realizó para el tratamiento de los daños en la piel, de aquellas personas que hubiesen sufrido quemaduras graves.
